PERITACIÓN DE SINIESTROS GRAVES

Nuestra intervención en el momento del siniestro



La pronta actuación en un siniestro definirá en gran medida los resultados. La inmediata intervención permite encauzar los trabajos que llevarán como resultado a la mejor solución para los intereses del Asegurado.

Tu decisión y tu derecho. La Ley de Contrato de Seguro 50/1980, te faculta para nombrar un perito por tu parte, al igual que lo hace siempre la Compañía de Seguros. Esto garantizará que tus intereses estén defendidos de la mejor manera posible.

Todo Asegurado tiene el derecho a designar su propio perito.

El proceso de valoración de los daños se lleva a cabo por nuestro equipo de reputados profesionales, con amplia experiencia en el campo de la defensa pericial. Nos garantizará que se está primando el interés del Asegurado, por encima de cualquier otro.

Todo este trabajo no tiene sentido sin una optima resolución que permita el cierre del siniestro con las máximas garantías de que el Asegurado recibe la máxima indemnización posible. Ese es el objeto de la gestión del siniestro por nuestros profesionales.

Con nosotros encontrarás el compromiso de hacer TUS INTERESES los nuestros. “NADIE PROTEGE MEJOR SUS INTERESES QUE EL PROPIO INTERESADO”.

Las decisiones que tomemos en esos momentos, afectarán nuestro futuro.







Ley 50/1980, de 8 octubre, de contrato de seguro. BOE 250/1980, de 17 de octubre de 1980 Ref Boletín: 80/22501

Artículo 38


Una vez producido el siniestro, y en el plazo de cinco días, a partir de la notificación prevista en el art. 16, el asegurado o el tomador deberán comunicar por escrito al asegurador la relación de los objetos existentes al tiempo del siniestro, la de los salvados y la estimación de los daños.


Incumbe al asegurado la prueba de la preexistencia de los objetos. No obstante el contenido de la póliza constituirá una presunción a favor del asegurado cuando razonablemente no puedan aportarse pruebas más eficaces.

Si las partes se pusieran de acuerdo en cualquier momento sobre el importe y la forma de la indemnización, el asegurador deberá pagar la suma convenida o realizar las operaciones necesarias para reemplazar el objeto asegurado, si su naturaleza así lo permitiera.


Si no lograse el acuerdo dentro del plazo previsto en el art. 18, cada parte designará un perito, debiendo constar por escrito la aceptación de éstos. Si una de las partes no hubiera hecho la designación, estará obligada a realizar en los ocho días siguientes a la fecha en que sea requerida por la que hubiere designado el suyo, y de no hacerlo en este último plazo se entenderá que acepta el dictamen que emita el perito de la otra parte, quedando vinculado por el mismo.


En caso de que los peritos lleguen a un acuerdo, se reflejará en un acta conjunta, en la que se harán constar las causas del siniestro, la valoración de los daños, las demás circunstancias que influyan en la determinación de la indemnización, según la naturaleza del seguro de que se trate y la propuesta del importe liquido de la indemnización.


Cuando no haya acuerdo entre los peritos, ambas partes designarán un tercer Perito de conformidad y de no existir ésta, la designación se hará por el Juez de Primera Instancia del lugar en que se hallaren los bienes, en acto de jurisdicción voluntaria y por los trámites previstos para la insaculación de peritos en la Ley de Enjuiciamiento Civil. En este caso, el dictamen pericial se emitirá en el plazo señalado por las partes o, en su defecto, en el de treintas días, a partir de la aceptación de su nombramiento por el perito tercero.


El dictamen de los Peritos, por unanimidad o por mayoría , se notificará a las partes de manera inmediata y en forma indubitada, siendo vinculante para éstos, salvo que se impugne judicialmente por alguna de las partes, dentro del plazo de treinta días, en el caso del asegurador y ciento ochenta en el del asegurado, computados ambos desde la fecha de su notificación. Si no se interpusiere en dichos plazos la correspondiente acción, el dictamen pericial devendrá inatacable.


Si el dictamen de los peritos fuera impugnado, el asegurador deberá abonar el importe mínimo a que se refiere el art. 18, y si no lo fuera abonará el importe de la indemnización señalado por los Peritos en un plazo de cinco días.


En el supuesto de que por demora del asegurador en el pago del importe de la indemnización devenida inatacable el asegurado de viere obligado a reclamarlo judicialmente, la indemnización correspondiente se verá incrementada con el interés previsto en el art. 20, que, en este caso, empezará a devengarse desde que la valoración devino inatacable para el asegurador y, en todo caso, con el importe de los gastos originados al asegurado por el proceso, a cuya indemnización hará expresa condena la sentencia, cualquiera que fuere el procedimiento judicial aplicable.